Experiencia al instalar Mavericks

Mavericks

Os voy a explicar mi experiencia al instalar Mavericks, el último sistema operativo que Apple ha puesto a disposición de sus clientes de forma gratuita.

Tengo un Macbook Pro de 15» del año 2007, de los que aun eran plateados; y hasta la instalación del Mavericks le había instalado el Snow Leopard para mantenerme al día en cuanto a actualizaciones y aplicaciones. Quería usar el iPhoto pero en mi sistema operativo anterior no podía, así que forcé la instalación de del Snow Leopard y el Macbook Pro iba bastante bien. Conservando su velocidad de antaño y sus rendimiento aun teniendo el Photoshop y el Dreamweaver abiertos a la vez.

Me puse a instalar el Mavericks en mi MacBook Pro en cuanto salió, y lo hice de forma rápida y sin plantearme siquiera hacerlo de forma limpia. Eso fue un grave error.

Instalé de forma tan sencilla como ocurre con cualquier aplicación de Apple, yendo a su Apple Store, descargando el Instalador y siguiendo los pasos. En el primer inicio de sistema tras la instalación empezaron a surgir los problemas.

Abrir una aplicación tan sencilla como la de Chrome o Excel me suponía minutos de espera y desespera; empezando a dudar de si había hecho bien al instalar el Mavericks; dudando de si mi sistema iba a poder soportar sus requisitos. Iba lento, todo él. Cualquier aplicación; en el encendido, la velocidad de encendido es algo de lo que siempre se puede fardar al tener un Mac se había ido al garete; en la navegación por internet…

Me dispuse a limpiar el Macbook Pro con programas como el CCleaner y demás, eliminando aplicaciones en desuso, archivos de tiempos remotos… pero aun así no mejoraba. Aguanté así un mes, hasta que el sistema se me reinició solo durante una jornada de trabajo a un rendimiento medio.  Eso fue el detonante para que me decidiera a arrepentirme del todo de la instalación del Mavericks.

Así que esa misma noche, tras leer varios blogs de cómo instalar desde 0 Mavericks, siguiendo paso a paso, creando en mi disco duro una partición para guardar ahí el instalador de Mavericks y reiniciando desde esta partición para instalarlo y limpiando todo el sistema (previa copia de seguridad con Time Machine) pude instalar el Mavericks desde 0.

Desde entonces el Macbook Pro ha recobrado vida. Va como el primer día, rápido, potente y con la capacidad de ejecutar varias aplicaciones a la vez, lo que se espera de un Mac de este calibre.

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